La escultura y pintura gótica se hallan íntimamente ligadas entre si en cuanto a sus fuentes de inspiración y preocupaciones ideológicas. Entre los contenidos ideológicos hay que señalar la influencia del pensamiento escolástico y franciscano, la preocupación por la idea de la muerte y los medios para lograr la salvación, y la influencia del ascenso social de la burguesía.
Fuentes de inspiración:
- el Paraíso y el tema de la Muerte.
- el Dios hecho hombre, desarrollándose los ciclos de infancia (el nacimiento) y los de vida pública (pasión y gloria).
- La Virgen María, tanto como encarnación de un mundo ideal que huye del dolor y del sufrimiento con sus correspondientes ciclos vitales, y como
mujer-madre transida de dolor.
- El santo, como protector y emisario de Dios para el hombre.
La escultura sigue presente en las fachadas de las iglesias y catedrales, sobre todo en las portadas, siguiendo registros horizontales unas veces, alineadas otras o adosadas a las columnas, manifestando su orientación pedagógica pero, frente a la rigidez y el antinaturalismo de las composiciones románicas, desde mediados del siglo XIII la escultura se fue independizando del marco arquitectónico, adquirió mayor movilidad y ganó progresivamente en naturalismo, produciéndose una humanización progresiva de los temas y de las figuras.
La búsqueda del realismo en la escultura gótica se manifiesta en la articulación de la anatomía, el desarrollo de expresiones individualizadas y detallistas, la atención hacia las figuras y ropajes, con una indumentaria que se aproxima a su tiempo, o el detallismo presente en el tratamiento dado a las armas y túnicas. Progresivamente las estatuas van adquiriendo capacidad de comunicación por medio de ademanes y gestos, tal y como puede apreciarse en la catedral de Reims en la escena de la Visitación. Se desarrolla, por lo tanto, una estatuaria cada vez más delicada, con cierto preciosismo y con mayor elegancia.
En la primera mitad del siglo XIII el naturalismo es una característica presente ya en la portada oeste de la catedral de Reims, con los grupos de la Anunciación y de la
Visitación, exponente el primero de una tendencia que busca la estilización de la figura y el segundo como exponente de la influencia clásica, perceptible en cuestiones tales como la idealización de la figura de la Virgen, el tratamiento corporal con la inclusión del contraposto, y el tratamiento de los ropajes caracterizados por el protagonismo e importancia del plegado, como factor que posibilita y subraya el movimiento.
http://web.educastur.princast.es/proyectos/jimena/pj_leontinaai/arte/webimarte2/index1.htm
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