martes, 15 de marzo de 2011

Arte islamico

Arquitectura


La arquitectura islámica tiende a ocultar los elementos constructivos y la estructura de sus edificaciones, y a confundir dichos elementos con la ornamentación o mediante un juego de repeticiones a distintas escalas. Ello se debe al deseo de ocultar la pobreza de los materiales y de adecuar los edificios a su función práctica o religiosa.
        Tampoco son habituales las construcciones de grandes proporciones y
extraordinaria solidez puesto que no les interesa tanto la durabilidad como su inmediata utilización. Por ello no solían recurrir a materiales de calidad y elevada resistencia, como la piedra. Como los muros se cubrían con yeso o madera sobre los que se labraba la decoración, los materiales constructivos más utilizados son el ladrillo y la mampostería.
        Como soporte adoptan el pilar y la columna, especialmente delgados porque aguantan techumbres muy ligeras. Los capiteles más utilizados son el corintio, y más tarde, el cúbico y el de estalactitas o mocárabes.
        El arco es también un elemento muy presente en esta arquitectura. Los más característicos son el arco de herradura, que adoptan de los visigodos, el arco túmido o de herradura apuntado, el arco lobulado o polilobulado y el arco mixtilíneo, formado por líneas rectas y curvas combinadas.
     Los espacios se suelen cubrir con bóvedas, entre las que destaca la de crucería, pero con la particularidad de que sus nervios no se cruzan en el centro sino que conforman en él cuadrados o polígonos. También la cúpula gallonada se utiliza con frecuencia.
     La máxima creación artística del Islam es la MEZQUITA, edificio de gran
originalidad que no deriva de los templos de las religiones anteriores. La mezquita es el lugar para la oración y responde a la recomendación de reunirse comunitariamente para la oración y en concreto la obligación de la plegaria colectiva el mediodía del viernes lo que requiere un edificio adecuado.
  
                                                    
• El patio de acceso o sahn está habitualmente rodeado por galerías o pórticos
  que reciben el nombre de riwaqs; en su zona central se dispone una fuente
  cubierta con un templete para realizar las abluciones rituales, sabil. En el
  patio también se encuentra el alminar o minarete, una torre de planta circular
  o geométrica que, adosada a uno de los lados, servía para que el almuecín
  llamara a los fieles.
• La sala de oración o haram es una zona cubierta, sin jerarquizar, dividida en
  varias naves dirigidas perpendicularmente al muro de quibla, el muro de la
  orientación sagrada hacia la Meca. En él se abre el mihrab, un nicho
  reducido, estrecho y de poca altura, de forma semicircular o poligonal, donde
  se coloca el imán para dirigir la plegaria. Será objeto de un tratamiento
  artístico diferenciado y suntuoso. A la derecha del mihrab suele colocarse el
  mimbar, un mueble a modo de pulpito, desde el que se pronuncia el sermón.
  En algunas mezquitas, la zona del mihrab y del mimbar se aísla y separa del
  resto de la sala de oraciones mediante un cancel que compartimenta y cierra
  un espacio de respeto y protección para el califa. Este cierre recibe el nombre
  de maqsura y su uso se justifica por la historia musulmana, ya que uno de los
  primeros sucesores de Mahoma, Umar, murió asesinado mientras oraba.


http://web.educastur.princast.es/proyectos/jimena/pj_leontinaai/arte/webimarte2/index1.htm

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